Producción
periodística Villa Crespo Digital
4 de enero
del 2011
LOS
REYES MAGOS
Los emblemáticos
Reyes Magos aparecen citados en una parte de ese maravilloso libro que
es La Biblia. Figuran en “El Evangelio según San Mateo”,
escrito allá por el año 80 D.C. Cuenta esta historia:
cuando nació Jesús en Belén de Judea, bajo el reinado
de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén
y preguntaron: “¿Dónde está el Rey de los
judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente
y hemos venido a adorarlo”. El rey Herodes mandó llamar
secretamente a los magos y, después de averiguar la fecha en
que había aparecido la estrella, los envió a Belén
diciéndoles: “Vayan e infórmense cuidadosamente
acerca del niño y, cuando lo hayan encontrado, avísenme
para que yo también vaya a rendirle homenaje”. Ellos partieron
siguiendo la estrella que se detuvo en el lugar donde estaba el niño.
Entraron en la casa, o mejor dicho el pesebre, donde estaba el niñito
Jesús con María, su madre, y le rindieron homenaje. Luego
abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra, que eran
las ofrendas de más respeto y honor de aquellos tiempos y regresaron
a su tierra, pero lo hicieron por otro camino, dejando a Herodes esperando
la respuesta.
Es por
esto que se celebra año tras año la llegada de los tres
Reyes: Melchor, Gaspar y Baltasar.
Millones de chicos de todo el mundo esperan todos los años la
llegada de los Reyes Magos. En esa noche tan llena de ilusiones preparan
sus zapatitos para que Melchor, Gaspar y Baltasar les dejen los regalitos
que pidieron en sus cartitas.
UN
DATO: A principios del siglo IV, Santa Elena, la madre de Constantino
el Grande, se dedicó a la arqueología. En Persia hizo
su hallazgo más importante: encontró unos huesos que identificó
como los de los Reyes Magos. Llevó las reliquias a Constantinopla
desde donde, en el siglo V, fueron trasladadas a Milán. En Italia
reposaron durante muchos siglos hasta que en 1164 las tropas del emperador
alemán Federico I, conocido como Barbarroja, asaltaron y saquearon
la ciudad. Esta operación fue encabezada por el arzobispo de
Colonia, Alemania. Él se apoderó de las reliquias y las
transportó en forma clandestina unos mil kilómetros hacia
Colonia.
En honor a las reliquias, los coloneses encargaron al famoso orfebre
Nicolás de Verdún labrar el más grande y más
espléndido sarcófago de la Edad Media. El trabajo le tomó
diez años. El relicario pesa 350 kilos y está adornado
con figuras de oro, plata y piedras preciosas, entre ellas los tres
Magos, la virgen María y 28 profetas y apóstoles.
Para darle
al sarcófago un digno lugar, en 1248 empezaron a construir la
catedral de Colonia, que hoy día sigue siendo una de las más
grandes del mundo. Aunque las reliquias eran de origen dudoso, Colonia
se convirtió a través de los siglos, junto a Roma y Santiago
de Compostela, en uno de los grandes centros de peregrinación.
En 1981 el Papa Juan Pablo II visitó la catedral y se arrodilló
ante el sarcófago.
FUENTES:
varias
Caracteres:
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